Mediante este curso, que iniciará el 13 de julio, se pretende preparar a líderes de fracciones a desplegarse en áreas de conflicto para la detección temprana de riesgos de seguridad.
Un mandato para proteger civiles aumenta la frecuencia de las interacciones entre los integrantes pacifistas de la población y combatientes armados organizados, lo cual es probable que exponga a la fuerza de paz a situaciones de mayor amenaza. Este entrenamiento aumentará la capacidad de la fuerza de paz para diferenciar aquellos que poseen tanto la intención como la capacidad de causar daño, de la población en general.
A través de una identificación temprana, una acción preventiva contra una amenaza puede reducir la necesidad de uso de la fuerza, reducir la probabilidad de que un integrante de la fuerza de paz o un civil sufra lesiones, y facilitar la protección de los derechos humanos.
Los participantes tendrán una capacidad mejorada para identificar y evaluar de forma constante indicadores de comportamientos de amenaza para tomar las medidas adecuadas.
Este curso de cinco días incluye discusiones, ejercicios prácticos/demostraciones, y ejercicios basados en entornos.