Luego de periodos de inestabilidad en Sudamérica, los estados comenzaron a ensayar intentos internacionales para encontrar soluciones a las controversias entre países, por vías diferentes a la armada.
En ese marco, debido al conflicto existente entre las repúblicas de Bolivia y Paraguay por el denominado Chaco Boreal, el Uruguay participó en el año 1928 de la separación de las fuerzas contendientes ocupando fortines en el terreno, con dos Señores Jefes, como garantía a ambas partes, integrando luego las conversaciones de paz en el año 1929.
Posteriormente, en el año 1935, el Uruguay envió un Grupo de Observadores Militares del Ejército Nacional a esa región, lo que constituye la primera participación histórica de este tipo.
En el año 1945 se crea la Organización de las Naciones Unidas (ONU). De esta forma, utilizando ya el casco azul, a partir del año 1952 el país proporciona Observadores Militares, inicialmente del Ejército Nacional, para ser desplegados en el territorio de Cachemira, en la frontera de India y Pakistán.
La participación internacional siguió aumentando y en el año 1982 fue desplegado un contingente de conductores de vehículos pertenecientes al Ejército Nacional en la Península del Sinaí, integrando la Fuerza Multinacional y Observadores (MFO, por sus siglas en inglés), establecida a partir de los Acuerdos de Camp David, entre las repúblicas de Egipto, Israel y los Estados Unidos de América. Este hecho establece el primer despliegue de un contingente numeroso de tropas uruguayas en otro continente, desempeñando misiones de paz.
Para llevar a cabo esta misión, el personal fue convocado voluntariamente y luego se efectuó una selección para ocupar las distintas especialidades con quienes demostraron mejor aptitud. Cumplido esto, se comenzó un entrenamiento específico por aproximadamente nueve meses, a cargo de los propios oficiales que comandarían la fracción, nucleados en la que era entonces la Escuela de Armas y Servicios, denominada actualmente Instituto Militar de las Armas y Especialidades. Esta actividad constituyó el primer antecedente de instrucción focalizada en cumplir una misión de paz.
También por esos años, el Uruguay se integra al conjunto de naciones que participan del Tratado Antártico y comienza a operar una base permanente dentro del Círculo Polar Antártico.
Por otra parte, en esa época el Consejo de Seguridad de la ONU requirió en forma creciente de observadores militares y contingentes militares para ser desplegados en diferentes lugares del mundo. Es así que a partir del año 1992 el gobierno autoriza que las Fuerzas Armadas comiencen a conformar unidades de nivel batallón destinadas a Camboya (UNTAC), Mozambique (ONUMOZ) y Angola (UNAVEM III), con participación predominante del Ejército Nacional. Asimismo, la complejidad creciente de las operaciones a ser desarrolladas propició la creación del Sistema Nacional de Apoyo a las Operaciones de Mantenimiento de la Paz (SINOMAPA) en el año 1994, dependiendo éste del Ministerio de Defensa Nacional, pero con representantes de los restantes ministerios que se estimara conveniente, así como de los Estados Mayores de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional.
De esta forma y a raíz del aumento de las necesidades de contar con personal superior y subalterno instruido especialmente para este tipo de operaciones, se decidió crear un instituto que tuviera como finalidad dicha preparación específica. En el año 1995 se crea el Centro de Instrucción para las Operaciones de Paz del Ejército (CIOPE) en la órbita del Estado Mayor del Ejército, que recoge la experiencia ya existente y abre sus puertas al resto de las Fuerzas Armadas. Este nuevo desarrollo fue continuado con la creación de la Escuela Nacional de Operaciones de Paz del Ejército (EOPE), en el año 1998, sobre la base del CIOPE.
Con el nuevo milenio, en el año 2000 se desplegó un batallón en la República Democrática de Congo (MONUC) y en el año 2004 en la República de Haití (MINUSTAH), que junto a las tropas de la Península del Sinaí (MFO), constituían un capital humano desplegado en misiones de paz que representaba un gran esfuerzo para una nación de sólo 3 millones de habitantes.
En el año 2008, la EOPE se transforma en la actual Escuela Nacional de Operaciones de Paz del Uruguay (ENOPU), que previó en la integración de su plana mayor a personal proveniente de las tres Fuerzas Armadas.